Artículos Bíblicos para su crecimiento espiritual

Creciendo en una vida dedicada al trabajo en unidad en la iglesia del Señor

Willie A. Alvarenga

La unidad en la iglesia es un tema de suma importancia. Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene la responsabilidad de esforzarse al máximo por mantener y fortalecer esa unidad. Un cristiano que practica la unidad contribuye a que la obra del Señor se realice conforme a Su voluntad. La unidad fortalece a la iglesia, y una iglesia fuerte será un instrumento poderoso para la gloria de Dios.

Con esto en mente, surge una pregunta clave:
¿Cómo puede la iglesia cultivar y crecer en una vida de unidad mientras trabajamos juntos en la obra del Señor?

A continuación, se presentan principios Bíblicos que nos ayudarán a alcanzar este noble propósito:

Para crecer en una vida dedicada al trabajo en unidad, el cristiano debe:

  1. Recordar que ha sido llamado a vivir en unidad (Efesios 4:1).
  2. Practicar la humildad y la mansedumbre en todo momento (Efesios 4:2).
  3. Ejercer paciencia los unos con los otros, mostrando tolerancia en amor (Efesios 4:2).
  4. Esforzarse por guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (Efesios 4:3).
  5. Buscar la paz con sus hermanos, siendo pacificador (Efesios 4:3).
  6. Respetar y obedecer la Palabra de Dios, que nos enseña a vivir unidos (Santiago 1:22-25).
  7. Amar a los demás como Cristo nos amó, cumpliendo Su nuevo mandamiento (Juan 13:34-35).
  8. Tener presente que la falta de unidad daña la obra del Señor (3 Juan 9-10).
  9. Recordar la oración de Jesús por la unidad de Sus discípulos (Juan 17).
  10. Imitar el ejemplo de la iglesia del primer siglo, que creció por su unidad (Hechos 2:42, 44-47; 4:32; 8:1-4).
  11. Buscar agradar a Dios antes que a uno mismo (Mateo 6:33; Marcos 12:30).
  12. Poner a los demás primero, con un espíritu de servicio (Filipenses 2:1-4).
  13. Renunciar a toda actitud de superioridad o arrogancia (Marcos 10:43-45; Lucas 18:13-14; Filemón 8-9).
  14. Orar constantemente por la unidad del pueblo de Dios (Juan 17).
  15. Reconocer que todos tenemos algo que aportar a la obra del Señor (Romanos 12:3-10).
  16. Despojarnos de la altivez y buscar la comunión con los humildes (Romanos 12:16).
  17. Gozarse al trabajar junto a otros cristianos, con alegría y gratitud (Filipenses 4:1-4).
  18. Aprender a orar en comunión con otros, como lo hizo la iglesia primitiva (Hechos 12:5, 12; 16:25).
  19. Vivir el amor fraternal que Pablo describe en 1 Corintios 13:4-7.
  20. Seguir el ejemplo de Cristo sirviendo a los demás, no buscando ser servido (Mateo 20:28).

Cuando estos principios se aplican con sinceridad y perseverancia, la unidad florece en la iglesia. Una congregación unida es una congregación fuerte y eficaz en la obra del Señor. Por eso, debemos hacer todo esfuerzo por mantenernos unidos, trabajando juntos con un mismo propósito y un mismo corazón.

¡Que el Señor nos ayude a crecer en unidad, para Su honra y gloria!